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La ley de los mínimos y el mercado satisfecho

Foto del escritor: Eugenio González N.Eugenio González N.

Nuestras ciudades están cada vez más saturadas con ofertas inmobiliarias repetitivas y poco creativas, que se basan en cumplir con los mínimos de área verde requeridos por la autoridad y las mezclas de productos permitidas por la misma.


Lo que da una fórmula de tantos metros cuadrados de vivienda, comercio y oficinas, así como precios, que nada tiene que ver con las necesidades del mercado.


La inmadurez de nuestras instituciones y mercado deja a los consumidores con ofertas pobres basadas en la ley del mínimo, lo mínimo que puedo dar para vender, o para poder acceder a un mercado de hipotecas por segmento.


Las necesidades reales de las familias, comunidades y entorno no se encuentran dentro de las fórmulas.

Hace falta romper paradigmas en beneficio de todos y no nada más de unos cuantos que saben "cómo jugar el juego".


Las barreras de entrada al sector inmobiliario son múltiples y están rodeadas de gestores y estudios inservibles que lejos de beneficiar a la ecología y ciudadanía; mantienen a un gremio corrupto y obsoleto, es hora de que las autoridades se den cuenta y tomen acción.


Las licencias de construcción son un derecho que tenemos por ser propietarios de un bien inmueble, y del que se nos priva con burocracia.


No sugiero que se permita hacer cualquier cosa en cada predio sin embargo, la base debe de estar en máximos de metros y no en usos, evitar industria contaminante (misma que para estas alturas debió de haber desaparecido, con la tecnología actual existen países que están produciendo energía de la basura); así como conservar la absorción del agua al subsuelo, fosas de absorción obligatorias.


Y nuestras autoridades lejos de emitir permisos, deben castigar severamente a quien se salga de la línea, quien por cierto suele ser castigado por el mismo mercado.


Ojalá la visión moderna que se ocupa para construir ciudades y sociedades de igual calificación, sea parte de nuestra agenda y exigencias para las autoridades.


Habrá que exigir también desde nuestras trincheras como parte de nuestro deber Civil.







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