Cada vez es más común escuchar que cerró alguna cadena de venta de ropa o accesorios, sin lugar a dudas, el comercio en línea y la vida en pandemia está obligando a la industria de los centros comerciales y las grandes franquicias adaptarse rápidamente.
Se ha llegado a pensar incluso que las tiendas como las conocemos desaparecerán, sin embargo, esto es algo que no está ni cerca de suceder. Lo que sí está pasando es, que aquel que no se adapte rápidamente al cambio, pone en riesgo su permanencia en el mercado.
Pero se nos olvidan los ciclos del mercado, pensamos que Amazon inventó la venta a domicilio, cuando en realidad SEARS ya lo hacía hace más de un siglo, con ventas por catálogo mucho antes que en tiendas físicas, y previo a eso en el comercio de la ruta de la seda.
La foto impresa sigue siendo un gran mercado, sin embargo los rollos de cámara para revelar han desaparecido casi por completo, y aún así recientemente se pusieron de moda nuevamente las cámaras instantáneas.
Lo mismo vemos en la industria de centros comerciales, siempre existirá el que quiere ver un producto antes de decidirse a comprarlo en línea y más cuando el producto es nuevo en el mercado, así como probarlo físicamente. Hoy es muy sencillo conocer cualquier lugar del planeta en imágenes sin embargo esto no sustituye la experiencia de verlo con nuestros propios ojos y aún más sentirlo.
Es por eso que la nueva era de los centros comerciales deberá centrarse en las experiencias, todo tipo de estas, desde sensoriales y multicanal, hasta gastronómicas, tutoriales, de entretenimiento y de encuentro.
El reto de la industria está en atender las demandas desatendidas con una oferta completa y no repetir y saturar con más de lo mismo.
Cada encuentro con los clientes debe ser una fiesta, hoy el consumidor está en el foco por encima de los márgenes, está el cumplir sus expectativas y facilitar la compra por el canal que sea.
Sin duda los espacios comerciales deben de adecuarse para fungir no sólo como áreas de exhibición y puntos de venta si no también como centros de distribución y entrega.
Y nosotros como desarrolladores tenemos obligación de facilitar dicho proceso y seguir buscando atender zonas que aún carecen de oferta comercial básica, para darnos cuenta de ello basta con salir a 40 minutos de distancia de las grandes metrópolis y ver lo difícil que es conseguir una refacción o algún equipo especializado, que por cierto en el catálogo de SEARS existían y entregaba en lugares de más difícil acceso que los que hoy en día aún no utilizan Amazon.
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